Cada texto propone un nuevo desafío. Este desafío propone materializar en el espacio una escritura con los cuerpos de los actores y contar esa historia con todos los elementos que nos ofrece el espacio escénico algo que conmueva al espectador, despertando para nosotros el deseo de alcanzarlo.
Este texto, es provocador porque el personaje que lleva adelante la acción, paradójicamente, se encuentra inmovilizado, está en una camilla de masajes de un instituto de barrio. Todo el entorno gira alrededor de él y los acontecimientos suceden y va desarrollando su periplo desde ese único lugar.
Confío en que el espectador encontrará en esta compresión de tiempo y espacio, situaciones de la vida cotidiana que estarán presentes y le serán fácilmente reconocibles porque la variada gama de emociones por las que transita el personaje son las de un hombre común.
Siendo ese entorno corporizado por los personajes los que lo llevarán a la apertura de un abanico de situaciones: sus miedos, su indefensión, al reconocimiento de quién es solidario y quién no, al engaño, al soborno, el uso de la fuerza para librarse de él y en el medio de semejante situación la pérdida de sus afectos, su mujer le pedirá el divorcio, y finalmente después de todo, cuando parece que todo lo porvenir es negro, aparece el amor como motor esperanzador, para iniciar un nuevo camino hacia una nueva etapa en su vida.
Siendo ese entorno corporizado por los personajes los que lo llevarán a la apertura de un abanico de situaciones: sus miedos, su indefensión, al reconocimiento de quién es solidario y quién no, al engaño, al soborno, el uso de la fuerza para librarse de él y en el medio de semejante situación la pérdida de sus afectos, su mujer le pedirá el divorcio, y finalmente después de todo, cuando parece que todo lo porvenir es negro, aparece el amor como motor esperanzador, para iniciar un nuevo camino hacia una nueva etapa en su vida.
Apuesto a develar en un formato de comedia con una puesta minimalista una visión del mundo que nos rodea y que debemos trabajar para cambiar. Aportar al ejercicio de ver teatro para vernos y sin ánimo de ser imperativo con un modelo de vida, simplemente reflexionar en un aquí y ahora, de donde venimos y hacia donde queremos realmente ir.
Armando Saire
Director